Si bien el hidrolato (agua de leche) contiene moléculas
aromáticas y agua, no es agua con aceite esencial. Es agua floral extraída de
las plantas mediante la destilación por arrastre de vapor. Tiene un aspecto
blanco lechoso, de ahí su nombre, y se considera, tanto a nivel cutáneo como en
ingesta, mucho más seguro que los aceites esenciales.
Lo interesante del hidrolato es que aparte de llevar
alrededor del 1% de las moléculas hidrosolubles del aceite esencial también
abarca la fracción molecular hidrosoluble de la planta. No incluye en sí
el aceite esencial pues este es por definición insoluble en el agua, pero sí
que contiene la información, por lo que sus propiedades son más beneficiosas y
totalmente seguras para la piel, muy recomendable en bebés y niños.
Algunas de vosotras me habéis preguntado si se obtiene lo
mismo con la cocción o infusión. La finalidad coincide, todas buscan capturar
los principios activos de la planta, pero la única que extrae la esencia pura
es la destilación, consigue llegar hasta el registro o depósito de la planta en
un proceso físico que mantiene sus cualidades sin alterarlas. Para este proceso
se necesita un alambique, en el que se calentará el agua juntamente con la
planta y, gracias a los milagros de la ciencia, se logra desprender las
sustancias volátiles que serán arrastradas con el vapor por un tubo enrollado
en espiral, donde se enfriará y se obtendrá nuevamente un líquido compuesto de…
hidrolato y aceite esencial. Magia ¿verdad?
En la cocción o infusión gran parte de las esencias se pierden al evaporarse.
En la cocción o infusión gran parte de las esencias se pierden al evaporarse.
Con hidrolato de lavanda y rosas