Jabón con aceite de oliva, oleato de girasol con camelias y rosas, manteca de cacao,
agua de manzana y cera de abeja
“Exacerbación estacional”, así se denomina a la renovación
de nuestro pelaje de cara al invierno, es que forma parte de nuestra herencia
como animales mamíferos que un día fuimos. Vaya esto por delante y sirva de
alivio a las que estén preocupadas por la caída de cabello. Acordaos que
estamos en otoño y es normal esta pérdida. Volverá a crecer.
Pero sí que en algo nos diferenciamos de otros mamíferos
y es que nuestro ciclo de renovación no es sincronizado. Mientras que la mayoría de las especies cambian todo su pelaje de golpe, en nuestro caso la muda es progresiva,
de cada 100 pelos hay un 85 % en fase de crecimiento, 1-2 % en fase de reposo y
un 13-14 % en fase de caída.
Va a ser, según expertos, que los humanos hemos perdido esta
función de protección del pelo en el curso de la evolución y hoy en día su
propósito parece que gira en torno a la interacción social: dónde quiero
pelo, dónde no.
Los especialistas insisten en que casi todos
los cabellos que caen en otoño se recuperan en tres o cuatro meses. Si tenéis
pensado tomar suplementos vitamínicos o lociones anticaída,
mejor que no, es un ciclo natural y debe seguir su curso: el pelo muere en
primavera y cae en otoño, pero otro ya está empujando para nacer, crecerá 1 cm
por mes y vivirá 4 o 6 años (en función de parámetros variables como genética, edad,
alimentación, salud, etc.). A tener en cuenta el cambio climático, parece que
la muda, coincidiendo con este, se está adelantando un poco.
Hasta aquí no debemos preocuparnos porque forma parte del
ciclo biológico, cuando no es así resulta complicado averiguar qué le ocurre a
nuestro pelo pues hay cientos de explicaciones que nos confunden y muchos mitos
por desmontar.
Analicemos algunos basándonos en consideraciones científicas
y en el sentido común:
Lavarse el pelo no está relacionado con la calvicie, sino
con la higiene. Ningún problema si se usan productos adecuados.
No es verdad que cepillarse poco o no llevar peinados
tirantes evitará la caída. El pelo es muy fuerte, su raíz está a medio
centímetro de profundidad y es capaz de aguantar 100 gr sin romperse (gracias a
la queratina). Los cabellos que caen son los que están en fase de renovación y
casi desprendidos. Irremediablemente se van a perder. No obstante, no hay que
ser demasiado persistente con los moños o colas de caballo, al pelo le gusta
sentirse suelto y libre.
El secador rompe y debilita el pelo. Depende. La temperatura
del aparato y frecuencia de uso pueden maltratarlo y causar daño directo a la
raíz. Hay que manejarlo con precaución. Y cuidado al secarnos con la toalla. El
cabello cuando está húmedo se hincha absorbiendo casi un 30 % de su peso en
agua, si lo friccionamos podría lastimarse y llegar a romperse. Lo aconsejable
es presionar suavemente las puntas de abajo hacia arriba. Desenredar con peine
de dientes anchos para evitar que se entrecorte y quiebre. Tirones NO
La utilización de tintes no afecta al cuero cabelludo, no se
nos va a caer, pero va a dañar sus cualidades. Es recomendable el uso de tintes
orgánicos.
La herencia (lo que traemos al nacer) o predisposición
hereditaria (características latentes en el organismo, que según la forma de
vida, pueden ser anticipadas, postergadas o superadas) son causas
frecuentes de la pérdida del cabello.
Es verdad que a las embarazadas se les cae el cabello
después de dar a luz. Pero es que en los meses de gestación el pelo permanece
en la etapa de descanso y apenas se pierde, está luminoso y con más volumen debido
a la progesterona, o sea, cuestión hormonal. En seis meses, después del parto,
se habrá normalizado.
Cortarse el pelo no es garantía para que crezca saludable y
fuerte. Visualmente tendrá una apariencia más sana pero no recupera la calidad.
Hay que trabajar la raíz, la parte viva del cabello. Igualmente nunca hay que
descuidar las puntas y si no queremos cortar tendremos que mantenerlas muy
nutridas para evitar roturas y lucir un pelo con aspecto sano y prolijo.
Cepillar y masajear el cabello es un hábito muy pero que muy
saludable. Airea el pelo y activa la circulación. El masaje se da desde la nuca
hacia la frente y desde las orejas hacia la cima de la cabeza, siguiendo el
sentido de la circulación sanguínea.
El análisis podría ser más largo pero ya quiero acabar, no
sin comentaros un enfoque, nada científico pero avalado por muchísimas voces de
estilistas: la luna influye a la hora de cortarse el pelo y cualquier tratamiento
es más eficaz si se tiene en cuenta el calendario lunar. En luna nueva se
desaconseja cortarlo. Para que crezca rápido en cuarto creciente. Luna llena
para un crecimiento sano y cuarto menguante para retardar el crecimiento. Los
tratamientos de cuidado y acondicionadores son especialmente eficaces entre la
fase de luna nueva y luna llena.
¿Nos lo creemos?
¿Nos lo creemos?
Bálsamo capilar de miel
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