lunes, 5 de septiembre de 2016

El estampado de un jabón


Cortar una barra de jabón es una gozada y estamparle un sello a cada uno, casi casi lo mismo.

El jabón tiene, según sus características, un tiempo para dejarse marcar. Los de la foto en veinticuatro horas ya estaban en su punto. Aun así no puedo descuidarme, si la saponificación (proceso en el que se forma el jabón) fue más rápida de lo normal el jabón endurecerá antes y hay que adelantar el corte, ya que el dibujo no podrá penetrar e incluso puede quebrar el jabón.

La mayoría de mis jabones van adornados con sellos y tengo que tenerlo en cuenta a la hora de la formulación. Aquellos que contienen sal, demasiado aceite de coco o cera de abeja se van a resistir duramente, así que no los toco, no soy partidaria de martillear o hacer algo que se le parezca. La verdad es que este tipo de jabón no necesita adorno, sus caras son perfectas, superlisas y muy suaves.

Ingredientes que ablandan el jabón, la miel con diferencia, la fruta, la leche, el azúcar y algunos aceites como el ricino, girasol, almendras y cáñamo. Un exceso de estos componentes puede dilatar la espera para el sellado hasta más de quince días, y tal vez, en el peor de los casos se quede pegado el jabón al sello.

Hay que jugar con las formulaciones hasta cogerle el punto, requiere algo de paciencia. Y es importante intentar que no se alargue demasiado el plazo para marcarlo, al día siguiente, aproximadamente, sería lo recomendable, pero ante la duda toquetear suavemente el jabón por ambas caras y él os dirá si ya está preparado, y si lo está, sólo una presión firme sobre el sello será suficiente para un estampado perfecto.

Las que no queréis renunciar a aquellas fórmulas que os hacen unos jabones estupendos pero no se dejan sellar, podéis endurecerlos a ablandarlos, según requiera, con sal o azúcar (disueltos en agua) ¿Qué cantidad? A vosotras os corresponde encontrar el equilibrio.

(“No hay secreto para el equilibrio. Solo tienes que sentir las olas”)





No hay comentarios: