Con macerado de tilo y rosas, manteca de karité, manteca de cacao,
hidrolato de rosas, cera de abeja y aceite esencial de árbol de té
Se nos acaban las vacaciones y
el verano y llega para mí la estación más esperada. Pero aún no quiero pensar
en el otoño, quiero seguir en manga corta, llevar sandalias, seguir tomando el
sol, ensaladas y refrescos, trasnochar, dormir con la ventana abierta entre sábanas de algodón o desnuda solo con una gota de Chanel nº 5, al estilo Marilyn Monroe ¿Sabéis que si
sudamos por la noche el cuerpo se mantiene activo para refrigerarse y evita que
entremos en la fase de sueño profundo? O refrigerarse o dormir, pero no las dos
cosas a la vez. Posiblemente ella no lo sabía pero este hábito le permitía
regenerar los tejidos y despertarse fresca.
Dice un conocido modista que la
ropa debe resbalar sobre el cuerpo, nunca nos debe ajustar. Estéticamente me
gusta esta visión y además no hay duda del beneficio sobre el organismo.
La ropa ajustada dificulta el paso de aire, de modo que la piel solo puede hacer una respiración corta y superficial. Los perjuicios que esto genera son considerables, dado que el cuerpo acumula más gas carbónico y provoca que las células se oxiden de forma más rápida, produciendo un envejecimiento acelerado de los tejidos. Además, este tipo de respiración no permite la oxigenación correcta del cerebro, por lo que dificulta la concentración y se puede tener sensación de ansiedad. Ejemplo claro fueron los antiquísimos corsés que causaban indigestión, mareos frecuentes y a veces hemorragias internas provocada por algunos órganos que, al tener que modificar su posición natural para amoldarse a la nueva forma ósea, sufrían severos daños. Sí, víctimas de la moda, un horror.
La piel en los próximos meses estará recluida entre prendas, pero aún nos quedan estos últimos días de verano para desnudarla o vestirla con ropas livianas que le permitan sentir sin barreras el agua, la luz y el aire, no los desaprovechéis.
"La belleza, cuanto menos vestida, mejor vestida está" -John Fletcher