A veces pasa,
muchas, estampar un sello al revés, en este caso la letra. Me da fastidio ser
tan despistada y estropear el mejor jabón, elegido entre doce, de la forma más
tonta. Da igual, como veis, he decidido presentarlo.
De colores y con la técnica de
“lo que salga”. Para el dibujo del jabón di cucharillas a mis sobrinas, algunas
pautas, y así quedó. Quiero seducirlas con estos temas para experimentar
juntas, ocurrencias tienen para aburrir y están a la última en todo.
Como estamos en temporada de
romero hay que aprovechar. El jabón lleva un macerado de aceites, coco y oliva,
con esta planta (a fuego lento durante tres horas), manteca de cacao, argán y
cera.
El bálsamo capilar lo hice sólo
con el macerado y cera de abeja.
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