Es interesante ver la geometría de una celda de panal. En la
antigüedad ya comenzaron a hacer valoraciones referentes a la medida de los
ángulos del rombo, llegando a la conclusión que las abejas hicieron el cálculo
correcto y los matemáticos se equivocaron a la vez que quedaron maravillados de
lo cerca que están estos insectos de la perfección ¿Instinto o inteligencia?,
no sé, pero estoy segura de que la naturaleza nunca deja nada a la casualidad.
Miel, polen, propóleos, cera y algo tan extraordinario como la polinización
contribuyen a un intercambio entre el reino animal y vegetal admirable. Decía
Albert Einstein que “si muere la abeja reina al ser humano le quedan 4 horas de
vida”, cierto.
Qué fascinante su mundo y os hablaré de él en más de una
ocasión, pero hoy va de “cursillo”, voy a contaros cómo se limpia la cera
virgen cuando nos la traen directamente de las colmenas.
La cera de abeja es blanca en el momento de ser secretada,
oscureciéndose a medida que pasa el tiempo debido a la incorporación y mezcla de
polen, propóleos, mudas y restos anatómicos. No tiene buen aspecto, pero el
olor es muy rico. Para quitarle las impurezas hay que mezclarla con agua y
calentar a fuego lento, 60º-65º, hasta que se derrita. Luego la pasamos por un
colador, se lleva de nuevo al fuego durante dos o tres minutos, se retira y se
deja reposar. A medida que va enfriando la cera irá apareciendo en la
superficie. Cuando esté formada la "torta" la sacamos del recipiente
y raspamos las impurezas que queden en la base. No hay que esperar a que enfríe
del todo pues nos será más difícil limpiarla. A veces hay que repetir el
proceso, pero no es lo frecuente, una vez suele bastar. Cortamos en trozos no
muy grandes y ya está lista para guardarla. Su conservación es buena y su
caducidad casi que no tiene.
No me puede faltar en jabones y cremas. Como emulsionante natural la
considero indispensable y la protección que ofrece a la piel para recuperar su
hidratación es realmente buena. Esto que oímos a menudo: "cuanto más la
uso más me gusta", pues es tan redicho como acertado, en mi caso no lo
puede explicar mejor.
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