Los jabones llevan un macerado de
frutas deshidratadas (membrillo y naranja) en aceite de oliva, además de argán,
coco, cera de abeja, miel y extracto de rosas y pomelo.
El corte de este jabón fue extra suave.
Cuando utilizo aceite de manzana o membrillo he observado que la textura de las
pastillas es mucho más agradable al tacto, las caras son lisas y parejas. Sin embargo con las
infusiones de estas frutas no me queda igual, casi que prefiero los macerados, bueno... no sé, en el mundo de los jabones nada hay que descartar, son impredecibles.
Recordaros las propiedades de estas frutas:
"Los cítricos hacen cremas y jabones con alto contenido en tónicos para refrescar la piel. El membrillo, al igual que la manzana, la hidrata y suaviza. Su semilla contiene mucílago, fibra natural gelatinosa que regula los mecanismos de transporte de agua al convertirla en gel, reteniendo mejor la humedad, valioso aporte para cualquier producto cuya función sea la de hidratar. También es antiséptico".
Recordaros las propiedades de estas frutas:
"Los cítricos hacen cremas y jabones con alto contenido en tónicos para refrescar la piel. El membrillo, al igual que la manzana, la hidrata y suaviza. Su semilla contiene mucílago, fibra natural gelatinosa que regula los mecanismos de transporte de agua al convertirla en gel, reteniendo mejor la humedad, valioso aporte para cualquier producto cuya función sea la de hidratar. También es antiséptico".
Bálsamo labial con aceites de membrillo y naranja, ricino, cera de abeja y lanolina
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