Algo
que he aprendido cuando tienes que sacar un nuevo jabón y estás sin ideas es a no dar vueltas a la cabeza y a no forzar la imaginación. Es mejor
esperarlas y si no vienen, repito diseño aunque me disguste.
Pero
una mañana te envían la foto de una mamá, bueno casi mamá porque le queda nada para
conocer a su bebé, preciosa. Ese día por la tarde llama a la puerta un vecino
del pueblo, apicultor, con unos frascos de miel que me había aconsejado probar.
Miel de lavanda y ecológica. Cuando la probé, exquisita, ya tenía todas las
pistas para el nuevo jabón. Ah, y las últimas rosas del jardín.
Agua
de rosas y jara, cera de abeja, miel de lavanda, aceites de jojoba, coco y
oliva macerado con rosas hacen este jabón y crema. Y es que no se me ocurre nada
mejor para relajar a la mamá que aún tiene que acunar a su bebe desde su
pancita.
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