Fue un encargo de aniversario, él obsequiaba a ella. Quería que le diseñara un modelo “en mi línea”, con una condición, que fuese de jazmín.
Pocas veces hice macerados con esta flor, la planta no da para mucho y suelo mezclarlo, en este caso con rosas.
Aunque sabemos que el aroma de jazmín es muy seductor y un poderoso afrodisíaco para el hombre, muchas de nosotras lo encontramos algo empalagoso, su olor tan dulzón e intenso nos causa rechazo. Así se lo dije y quedamos en romperlo con bergamota (alimonada y refrescante).
Para convencerle de que el aroma debía ser muy suave, apenas una insinuación, le comenté lo que opina un excelente perfumista emocional, Jimmy Boyd sobre esto: “Nada más exquisito que el perfume de la piel desnuda de una mujer puesta al día”. Me contestó que sí con una sonrisa.
Jazmín y bergamota, creatividad y equilibrio, dos aromas, dos emociones. El secreto está en la forma en que el aroma natural de la piel se apropia de estas fragancias.
Lindísimo, precioso, qué delicadeza!
ResponderEliminarCon la de jazmines qué tengo en casa...