Son específicos para el cabello. Aunque me gusta hacerlos multiusos (un jabón para todo es mucho más práctico), quería investigar una nueva fórmula con extracto y aceite de ginkgo. Es excelente para la circulación, pero como no sabemos qué cantidad de principios activos llega al jabón (en el proceso de saponificación se pierden propiedades), lo completé con una mascarilla capilar que sí garantiza la eficacia de todos sus principios.
El aceite extra que lleva este jabón (4 %), es de romero y ginkgo. Prefiero no abusar con el sobreengrasado, creo que lo que realmente hace eficaz a un jabón para que no reseque son los aceites, ellos marcan la diferencia, acompañado de una correcta elaboración y curado. Lleva también aceite de coco y ricino.
La mascarilla es muy nutritiva. Con ceras vegetales, hidroqueratina, hidrolato de romero, aceite de coco, más el macerado y extracto de romero y ginkgo. Cuanto más tiempo la tengáis en el cabello, antes del lavado, mejor. Y si os la ponéis por la noche, recogiendo el pelo con un pañuelo, notaréis aún más su eficacia, pero no a corto plazo.
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