No son exactamente jabones de sal, yo los llamo así porque
gracias a ella me permite hacer el jabón solo con aceite de oliva, reemplazando
a ingredientes como la manteca de cacao, aceite de coco, palma o cera de abeja
que se utilizan, a parte de sus propiedades, para darles dureza. Para mí un jabón nada más con
oliva es… no quiero desmerecer a mis otros jabones pero tengo que reconocer mi
predilección por él.
Es al único jabón que no le obligo a gelificar. Quiero decir
que no le aplico calor adicional para que se convierta en gel antes de
endurecer en el molde. Este proceso de gelificación para algunos jaboneros no
es indispensable, es más descartan este paso, yo lo considero importantísimo,
me disgusta mucho cuando un jabón, por alguna razón (frío, ingredientes, etc.)
no lo hace y este al llevar sal marina gelifica mal, así que lo compenso
aumentando el período de curación. Creo que tengo que hacer una entrada para
aclarar mejor este tema.
El aceite de oliva está macerado con laurel. Me gusta este
jabón para lavar el cabello y acompañarlo después de suaves fricciones con una
loción a base de agua y hojas de la planta, dejarlo media hora y aclarar, remedio
eficaz para fortalecer la raíz, combatir la seborrea y olvidarse de la caspa. Lo
aconsejo también para pieles sensibles, irritadas por dermatitis o problemas
similares.
1 comentario:
Hola soy Laura y me encantaria hacer tu jabon de sal, yo le he hecho pero con manteca de cerdo y veo que el tuyo no lleva manteca. Gracias y un beso.
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