miércoles, 26 de febrero de 2014

Jabones naturales de sal y aceite de laurel


No son exactamente jabones de sal, yo los llamo así porque gracias a ella me permite hacer el jabón solo con aceite de oliva, reemplazando a ingredientes como la manteca de cacao, aceite de coco, palma o cera de abeja que se utilizan, a parte de sus propiedades, para darles dureza. Para mí un jabón nada más con oliva es… no quiero desmerecer a mis otros jabones pero tengo que reconocer mi predilección por él.

Es al único jabón que no le obligo a gelificar. Quiero decir que no le aplico calor adicional para que se convierta en gel antes de endurecer en el molde. Este proceso de gelificación para algunos jaboneros no es indispensable, es más descartan este paso, yo lo considero importantísimo, me disgusta mucho cuando un jabón, por alguna razón (frío, ingredientes, etc.) no lo hace y este al llevar sal marina gelifica mal, así que lo compenso aumentando el período de curación. Creo que tengo que hacer una entrada para aclarar mejor este tema.

El aceite de oliva está macerado con laurel. Me gusta este jabón para lavar el cabello y acompañarlo después de suaves fricciones con una loción a base de agua y hojas de la planta, dejarlo media hora y aclarar, remedio eficaz para fortalecer la raíz, combatir la seborrea y olvidarse de la caspa. Lo aconsejo también para pieles sensibles, irritadas por dermatitis o problemas similares.

Y cambiando de tema, hablemos de bálsamos, he preparado un ungüento con mucha cera de abeja, manteca de karité y aceite de ricino macerado con naranja y rosas, para labios que necesiten recuperar y mantener la hidratación. Con "sabor" a naranja. 



 






jueves, 13 de febrero de 2014

Jabones naturales para Lorenita y Gabriel

Cómo me gusta hacer jabones para críos. Quería sacar un nuevo jabón con iniciales y qué mejor que esta pastilla para que aprendan a conocer su primera letra, la memoria va asociada al olor, no la olvidarán.

Si tenéis niños de dos a tres años, dadles el jabón para jugar en vez del patito. Al principio les costará mantener la pastilla entre las manos, se les escurrirá, la perderán por la bañera, pondrán cara de misterio y cuando la encuentren te echarán la sonrisa. Así empieza el juego, una y otra vez hasta agotar paciencia. Y ojo con despistarse, podemos verles con el jabón entre los dientes, son muy rápidos.

La pastilla tendrá que ser algo más dura de lo habitual, estará mucho tiempo sumergida, así que aumenté los porcentajes de aceite de coco y cera de abeja. Oliva y argán completan los ingredientes de este jabón.

Lo acompaño con una crema que les va a cuidar y proteger, sí, ya os he hablado de ella, la crema oleo calcárea, con aceite de manzana, de almendras y cera de abeja, huele como el jabón, a miel blanca.



 





lunes, 10 de febrero de 2014

Jabón natural de incienso y jara



Me encanta hacer este jabón para los chicos. Sin florecitas ni dibujos coloreados, la clásica pastilla blanca cerosa, eso sí, con un toque delicioso a incienso. Repito, me encanta.

Resulta simpático verles preguntar con un guiño si tengo “algún jabón… sencillito … unisex…”, y casi siempre acaban llevándose el de naranja con dibujos en rosa o el de lavanda con flores azules, vaya, los que suelo tener. Qué majos, no tienen prejuicios y son bastantes fieles cuando algo les funciona, no como nosotras, inmersas por siempre en la búsqueda del cosmético milagroso.


El jabón es de sal con aceite de oliva, incienso, jara y dos gotas de cedro. Su vapor aromático en la ducha les rodeará de una atmósfera mágica y misteriosa que ahuyentará los espíritus malignos, les alejará de las enfermedades y equilibrará sus emociones, les abrirá una vía ancestral, donde no podremos acompañarles, para reencontrarse con sus dioses.