Lavandas y algunas rosas son las últimas flores del jardín
que despiden el verano. Muchas plantas ya están secas y el césped de color verde
pasó a dorado, cruje además de pinchar cuando lo piso. Ahora le toca decorar a
los árboles, ya están pintando las hojas en rojos y dorados antes de dejarlas caer. Y hora de
comenzar con las tinturas. Lavanda, jazmín, tomillo, rosas, salvia y pomelo están
secándose y en un par de semanas las podré introducir en alcohol.
Sé que del verano muchas regresáis con la piel dañada,
cuarteada y mustia. No volveros locas intentando recuperarla probando cientos de productos que prometen milagros, y a veces sin querer lo que le provocáis es ansiedad. La piel también quiere
relajarse, el jabón, la leche y la crema llevan aceites que la van a limpiar,
hidratar y nutrir; lavandas y rosas la calmarán. No es solo un tratamiento es mucho más, es la
cosmética de la naturaleza, un obsequio para la piel que sabrá agradecerlo.
Aceites que llevan: oliva, argán macerado con rosas,
karité, jojoba, cera de abejas y aceite de coco (este solo para el jabón)