Una noche, cenando con unos
amigos, nos comentaron que querían preparar alguna de las rutas del Camino de
Santiago. Les preocupaba el calzado y el peso de la mochila. Veteranos y
principiantes dudan a la hora de empezar a quitar peso y que no les falte nada.
Os lo cuento porque ellos me
dieron la idea de esta entrada. Entre las poquitas cosas que decidieron llevar
(no debían sobrepasar el 8 % del peso corporal, incluso menos) habían incluido
mi jabón (el pequeño para el rostro que les iba a servir también para el
cuerpo, cabello y si me apuráis para lavar las prendas pequeñas) y la crema.
Unos 150 gr. para el aseo. No está mal.
Les aconsejé, siempre voy dando
consejitos, que, aprovechando el viaje, se acostumbraran a cuidar la piel de
esta forma tan sencilla y natural y con constancia y un poco de disciplina lo
podrían consolidar como un buen hábito, justo el tiempo suficiente para que la
disciplina se convierta en hábito y ya no cueste.
El jabón lleva
aceite de oliva macerado con vinca y diente de león, argán, coco, palma y cera
virgen. La crema tiene oliva macerado, argán, manteca de
karité, cera y agua floral de romero y jara.
La vinca posee propiedades
astringente y cicatrizante. Es muy utilizada tanto en la medicina tradicional
como popular. En homeopatía se utiliza para eczemas supurantes aunque
básicamente actúa a nivel circulatorio.
El diente de león se utiliza
para las manchas en la piel. Os dejo la entrada donde podéis ver sus propiedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario