Dicen que el olfato es un gran hechicero, con poderes capaces de traer al presente todo tipo de recuerdos y emociones.
Los recuerdos huelen. Me pasa con el jabón de glicerina, es la imagen de mi madre bañando a mi hermano recién nacido. Una casa con este olor siempre lo voy a asociar a un bebé dentro de ella. El jabón era ovalado y me gustaba darle vueltas y vueltas entre las manos hasta aburrirme.
Pero volviendo al presente, esta pastilla lleva hidrolato de romero silvestre, menos de lo habitual para que no le quite ese olor natural tan rico que tiene. En la crema sí que vais a notar el aroma de esta planta, suave pero inconfundible.
Pero volviendo al presente, esta pastilla lleva hidrolato de romero silvestre, menos de lo habitual para que no le quite ese olor natural tan rico que tiene. En la crema sí que vais a notar el aroma de esta planta, suave pero inconfundible.
Un jabón transparente debe llevar alcohol, glicerina vegetal, ácido esteárico, azúcar, aceite de coco, de ricino y (opcional) aceite de soja o uva. Las proporciones varían según se quiera más o menos translúcido pero tienen que ser equilibradas. Cuanto más transparente más blando, o sea, nos va a durar dos días, pero si es un capricho...
La crema tiene aceite de argán, jojoba, manteca de cacao, karité y cera virgen, además del hidrolato.