Jabón natural de espliego (planta muy conocida por su aroma y beneficios medicinales) macerado en aceite de oliva, argán, palma, aceite de coco y mi último frasco de hidrolato de lavanda.
Ahora que ya acabaron las heladas (espero), voy a plantar más lavanda y romero para aumentar mi “pequeña producción” de aguas florales, el verano pasado me quedé algo corta.
Y espero que llueva. Por esta zona (Guadalajara) el invierno fue muy seco. Tanto avance y aún estamos mirando al cielo preguntándonos cuándo vendrán las lluvias. Bueno, mientras llegan los planes de sequía haremos un consumo racional recordando todos los días que sin agua nada funciona y menos un jabón.
Inspirado en uno de mis desayunos preferidos, kéfir con polen. Sus bolitas anaranjadas dejan un color amarillo pálido en la leche y bueno, me gustó el tono para un jabón y más los beneficios que aporta a la piel. Sabéis que no hace mucho se hizo un estudio sobre qué comer en caso de catástrofe y entre algunos alimentos como el cuero, grasa del horno, cartón, etc., se encontraba el jabón. Pues éste sería muy nutritivo.
En la composición del polen encontramos proteínas, antioxidantes, vitaminas (B1, B2, B3, E) y minerales K, estupendos estimulantes para la producción de las defensas naturales.
El propóleo funciona muy bien en tratamientos contra el acné. Es antibacteriano (las abejas lo utilizan para mantener las colmenas libre de hongos y bacterias) y regenerativo, mejora las pieles dañadas por el uso de detergentes y otras sustancias irritantes para la piel.
Con los aceites que lleva, oliva, argán, coco, manteca de cacao y cera virgen de opérculo, no se puede pedir más a este jabón.
No, no son auténticos, aunque su imitación está bastante lograda. Pero sí que el diseño de las iniciales es exclusivo. Muy en mi línea.
Para los colores utilicé arcillas, dan tonalidades suaves, con una combinación de verde manzana apagado y rosa viejo.
Cuando decidí qué colores llevaría no dudé en ponerle aroma de vetiver combinado con unas gotitas de esencia de árbol de té y musk.
Al cortar la barra y ver el resultado me alegró muchísimo ver que había conseguido un jabón tal y como lo imaginé desde el principio. Los colores acompañan perfectamente al perfume sensual del musk y al trazado de las iniciales. Romántico.
Rico en aceites vegetales de oliva, argán, palma, coco, ricino y cera virgen. Propiedades, muchas, todas las de los aceites más las que le aportan las arcillas (regenerativas, purificadoras, cicatrizantes, antibióticas, calmantes…).
