Insisto con este jabón. Al ser mi preferido es normal que caiga en repeticiones. Pero el modelo sí que lo cambio, a este en concreto le puse un pequeño motivo en azul para animarlo un poco.
Lleva los dos aceite principales, oliva y argán y una pequeña cantidad de aceite de coco para que la pastilla no resulte demasiado blanda. Sin perfume y con la tonalidad marfil característica del jabón puro.
Siempre que hago estos jabones siento desprenderme de ellos, me los quedaría todos.
Un pequeño inconveniente para mí es que a la hora de hacerlos no supone ningún reto pues es improbable que te salgan distintos de lo que habías previsto. Son sencillos de hacer y el resultado siempre es bueno.
Un pequeño inconveniente para mí es que a la hora de hacerlos no supone ningún reto pues es improbable que te salgan distintos de lo que habías previsto. Son sencillos de hacer y el resultado siempre es bueno.
Tienen hidrolato de lavanda y jara (agua floral extraída por destilación y con un ph muy similar a nuestra piel), indicada ésta última para heridas, cicatrices y como regeneradora cutánea, la lavanda aporta propiedades calmantes y antiinflamatorias.
El aroma a lavanda de este jabón es apenas perceptible ya que los hidrolatos son mucho más suave que los aceite esenciales.